Derechos, necesidades, y lujos
Hace un tiempo atrás tuve una discusión con algunas personas sobre la interpretación subjetiva que tenían del concepto de lujo. El origen partía de la frase «en Estados Unidos comprarse un auto de alta gama no es un lujo», lo cual para mí es un error, ya que define lujo en función del presupuesto que implica adquirirlo, y no del cometido del objeto o servicio en cuestión. Entonces, decidí explicar cual es el verdadero concepto de «lujo» aplicando los 3 principios, o pilares de la vida de todo individuo según la filosofía del liberalismo.
En todo orden de la vida, existen 3 principios
Los 3 Derechos Fundamentales
- Vida: Sin la cual no existís, por ende no podés desarrollar su proyecto de vida.
- Libertad: Para poder desarrollar tu proyecto de vida de la manera que te plazca, tomando las decisiones que nos parezcan correctas, y asumiendo la responsabilidad por las consecuencias de éstas. Todo esto, sin perjudicar al prójimo en el ejercicio de sus 3 derechos fundamentales .
- Propiedad Privada: El fruto de tu esfuerzo al desarrollar tu proyecto de vida, como ser tus ahorros, casa, coche, empresa, etc.
Las necesidades
Las necesidades son todos los bienes y servicios de calidad a buen precio que adquieren para ejercitar sus derechos fundamentales y contribuir al prójimo en el proceso. Aquí entran cosas como la alimentación, educación, salud, trabajo, transporte, vestimenta, y vivienda. De todas estas necesidades, la más importante por tratarse de aquella que nos permite acceder a cumplir el resto, es el trabajo. El trabajo es el medio por el cual nosotros intercambiamos voluntariamente tiempo de nuestra vida realizando una tarea que es necesaria para el prójimo, recibiendo a cambio cualquiera de nuestras necesidades, o un medio de común acuerdo (interprétese: moneda de cambio) con el cual podemos intercambiar con otros individuos por bienes y servicios de calidad, a buen precio.
Los lujos
Los lujos son todas las experiencias opcionales que contribuyen al disfrute de los bienes y servicios que adquirimos para cumplir con nuestras necesidades. No son el cometido final de nuestras necesidades, pero si nos permiten disfrutar el camino para alcanzar dicho cometido, y no solamente el cometido final.
Por ejemplo, y considerando la magnitud de las distancias en países como Argentina, Brasil, o Estados Unidos, un auto se considera un bien de necesidad, ya que se precisa ir desde el punto A al punto B de la manera más rápida y segura posible. Con tener un simple sedán de unos pocos miles de dólares, alcanza.
Pero, si dentro del ejercicio de nuestro proyecto de vida logramos tener el éxito financiero y laboral suficiente que nos permita haber ahorrado, invertido, y ganado el suficiente dinero para poder comprarnos un BMW X6 y hacer la experiencia de llegar de A a B no solo lo más rápida y segura, sino también su proceso lo más disfrutable posible, entonces nos estaremos tomando un lujo.
Recuerdo el ejecutivo de una conocida marca deportiva de lujo europea, que decía algo así como “la gente que compra un auto deportivo no es porque lo necesite para llegar de A a B, sino por el disfrute de la experiencia de conducir un deportivo entre A y B”. Eso es un ejemplo de lujo.
Conclusión
Si su interés es llegar del punto A al B, con un simple Volkswagen «Fusca» alcanza. Pero si podemos llegar hasta B en un ambiente climatizado, con la espalda bien apoyada sobre el asiento, escuchando una buena música, y protegidos por al menos 5 airbags, sin dudas el camino se disfrutará mucho más, que el simple hecho de llegar a B. Eso es un lujo.